lunes, 10 de septiembre de 2012

Wolves' Castle: Capitulo 1: El Supermercado

El primer capítulo es corto:

El Supermercado
23 de Julio

You appear just like a dream to me
Just like kaleidoscope colors that prove to me
All I need, every breath that I breathe
Don't ya know, you're beautiful

When I Look At You de Miley Cyrus


Son las 8 de la mañana y es tu primer lunes de vacaciones, uno de los pocos al año. Todo bien hasta aquí, ¿cierto? Que bien, pero todo se arruina cuando tu madre te despierta para ir a hacer las compras. Y cuando le preguntas por que te despierta a ti, pero no a tu hermana, y ella contesta que es porque ella está por ir a la universidad, esto va de lo molesto, a lo injusto.
Mala suerte que este sea mi caso.
Así que aquí estoy, en el supermercado.
—¿Quieres escoger el sabor del helado? —preguntó mamá.
Realmente no me sorprendí por la oferta. Soy insoportable cuando quiero. 
—¿Me quieres comprar? —pregunté bruscamente.
La base de su cuello se tiñó de rojo. Y por más revelador que pudiera resultar en otra persona, con mi madre era un indicio de que no le quedaba mucha paciencia. Así que, a pesar de que escoger un helado no era lo que yo quería (que era permanecer en cama hasta el almuerzo), fui por el. Supuse que sería lo único que conseguiría ese día.
Elegí cookies ‘n cream. Cerré el congelador de los helados y me impulsé para trotar hacia el carrito de compra… Pero choqué con algo duro.
—¡Uy! Lo… 
Miré a la persona contra la que había chocado. Y… ¿Era él? ¡Era él! ¡El chico de mi sueño! Tenía los mismos ojos, el mismo cabello… la misma boca. ¡Olvida su boca, Angie! Me insté.
—…siento. —susurré extrañada, algo desconcertada, pero no completamente sorprendida. 
Me había pasado antes. No chocar contra un chico lindo, más bien, adivinar el futuro.
Examiné al chico. Parecía tener 17 años, con cabello negro azulado, ojos azul intenso, cuerpo delgado pero musculoso, bronceado pero no naranja… Tenía algo que me recordaba a un depredador cazando… Justo como en mi sueño.
Para el momento donde me di cuenta de que lo miraba fijamente, como una estúpida, el ya tenía una sonrisa divertida en sus labios. Tenía la sensación que haber visto esa sonrisa antes. Tres veces antes.
—Hola. —dijo.
Tenía un sutil acento inglés.
—Hola. —contesté cautelosamente.
—¿Vas a la escuela de Rosefield Vale? —me preguntó.
Oh, sí. Rosefield Vale. Mi pueblo. Alrededor 500 muy unidas personas. Se me ocurrió algo. ¿Y si el iba a Rosefield High? No sabía si esperar feliz, o nerviosa. Decidí que había suficiente drama sin el. Ahora, si el llama a la escuela “la escuela de Rosefield Vale” es que no es de por aquí. No sabía si aquello era bueno o malo. Solo era.
—Si. —respondí.— ¿Y tu?
No pude evitar sonar algo esperanzada.
Él sonrió.
—No. —contestó, negando con la cabeza.
—Hum. 
No se me ocurrió que más decir, por lo que lo rodeé y me dirigí al carrito. Su mano cogió mi muñeca.
—Me llamó Blake. —me informó.
—Angie. —repliqué.
Asintió en reconocimiento, y luego, soltó mi muñeca. Y segundos después ya no estaba. No estaba muy segura de lo que había pasado.


De vuelta a la casa, cogí mi celular y escribí un texto a Max.

Adivina que encontré.

El nombre de Max originalmente era Maxine, pero con el tiempo, abreviando, comenzaron a decirle Max.
Un instante después llegó la contestación.

¿Qué?

Le regresé el mensaje.

Un chico.

Un par de segundos después escuché el timbre del celular que indicaba que Max llamaba. La canción era Wicked Game de Gemma Hayes.
—¿Como era? —Max exclamó en mi oído a través del teléfono.
—Ojos azules, alto, cabello negro. Extremadamente guapo. Y sexy. Unos 17 años. Y… no va a nuestra escuela. Así que no voy a tener mi romance de verano.
Escuché el gemido decepcionado de Max a través de la línea.
—Yo les iba a hablar de él a Payton y a Phoebe.
Payton y Phoebe eran gemelas. Solo que prácticamente nadie lo sabe, o se da cuenta, ya que Phoebe, la gemela gótica, usa solo ropa negra, se tiñó el cabello negro y usa kilos de maquillaje oscuro. Payton, la gemela “relativamente normal” usa ropa usual, tal vez un poco… ostentosa. Y tiene cabello marrón-rojizo. Totalmente diferentes. Aún así ambas son muy unidas.
Hablamos durante un par de minutos más, luego colgó. Yo por mi parte, seguía pensando en Blake.
Tenía sentido que lo hubiera visto hoy. Antes de que mamá me despertara yo había tenido el sueño con el. Era la tercera vez que lo tenía.
Hace un par de años había entendido a medias la dinámica que mis “premoniciones”. Funcionaba así: primero tenía un sueño del suceso, una advertencia, segundo, tenia un recordatorio, la tercera vez que soñaba con el suceso significaba que ese día iba a suceder.
El resto del día intenté olvidar al chico, hice mis cosas, pero el no se fue del todo.
Esa noche soñé que Blake me besaba.
¿Una premonición?
¿O solo era un sueño?

Aún no decido si hacer un prólogo, en todo caso, sería más adelante. Mañana (o en algún momento) subo el segundo capitulo.


Bye,

Dafne





[1] Tu apareces como un sueño para mi / Justo como los colores de un caleidoscopio / Todo lo que necesito / Cada aliento que tomo / ¿No lo sabes? Eres hermoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario